Efectos del alcohol en menores

El cerebro de los adolescentes es especialmente vulnerable a los efectos del alcohol. Debido a la falta de madurez psicológica a esta edad, es más difícil saber manejar muchas de las sensaciones y efectos que produce el consumo de alcohol. El alcohol en menores no solo provoca una disminución en la atención y capacidad de la persona, sino que, además, puede ser responsable de actitudes violentas y agresivas, así como de ciertas conductas de riesgo.

En nuestra sociedad actual, donde el acceso a las bebidas alcohólicas resulta fácil, es crucial entender los riesgos que esto conlleva para la salud física y mental de los jóvenes. También es necesario conocer cómo podemos abordar esta preocupación del consumo de alcohol en menores desde una perspectiva de prevención y tratamiento.

Qué factores provocan el consumo de alcohol en menores

El consumo de alcohol en menores puede ser provocado por una variedad de factores interrelacionados. Por eso es importante abordar estos factores desde la familia, desde la escuela, e involucrando también a la comunidad con el fin de proporcionar un entorno seguro y saludable para los jóvenes:

• Situación “normalizada”. Actualmente, existe el denominado consumo recreativo de alcohol, una tendencia que normaliza el consumo de esta sustancia como articulador del tiempo libre y de carácter social de los jóvenes. Quizá sea esta la razón por la que el inicio en la toma de alcohol en menores esté en 13,9 años y que, según la última encuesta realizada por el Ministerio de Sanidad en 2023, el 75,9% de los jóvenes españoles entre 14 y 18 años reconoce haber bebido alguna vez en su vida y el 1,5% lo ha hecho diariamente en el último mes.
• Influencia del entorno social y familiar: La presión de grupo y la influencia de amigos o compañeros de clase que consumen alcohol puede ser un factor importante en la decisión de un menor de probar el alcohol. También es posible que los menores se vean influenciados por el comportamiento de sus padres, familiares u otros adultos en su entorno que consumen alcohol de manera regular.
• Disponibilidad y accesibilidad: La fácil disponibilidad de alcohol, ya sea en el hogar o en eventos sociales, puede aumentar la probabilidad de que los menores lo consuman.
• Curiosidad y búsqueda de emociones: Los adolescentes pueden tener curiosidad sobre el alcohol y pueden consumirlo para experimentar sensaciones nuevas.
• Estrés y presión emocional: Los menores también pueden recurrir al alcohol como una forma de hacer frente al estrés, la ansiedad u otras presiones emocionales que experimentan en su vida diaria. También es utilizado para vencer la timidez y que la persona se sienta más desinhibida.
• Falta de educación y conciencia: La falta de educación sobre los riesgos y consecuencias del consumo de alcohol en menores puede llevar a que los jóvenes no comprendan completamente los peligros asociados con su consumo.

Señales que alertan del consumo de alcohol en adolescentes

Identificar las señales que alertan del consumo de alcohol en adolescentes es crucial para intervenir a tiempo y ofrecer el apoyo necesario. Algunas señales que podrían indicar que un adolescente está consumiendo alcohol son:

• Cambios en el comportamiento, como irritabilidad, agresividad, retraimiento social o disminución de la comunicación verbal y afectiva.
• Problemas escolares: bajo rendimiento académico, absentismo escolar, problemas de disciplina en la escuela, abandono de los estudios.
• Cambios físicos, como enrojecimiento facial, olor a alcohol en la respiración o ropa, pérdida o aumento de peso inexplicable, ojos rojos o vidriosos…
• Cambios en los hábitos de sueño y alimentación, dificultad para conciliar el sueño, insomnio, pérdida o aumento del apetito.
• Aislamiento y evasión: Los adolescentes que consumen alcohol pueden volverse más evasivos y tienden a aislarse en su habitación para evitar hablar sobre las actividades y las personas con las que pasan tiempo.
• Cambios en las relaciones interpersonales: es el caso de los conflictos con la familia, amigos o parejas, debido a cambios de comportamiento, problemas de comunicación o comportamiento irresponsable.
• Abandono de aficiones e intereses. Es posible que, debido al consumo de alcohol, el menor ya no sienta interés por actividades y aficiones que, hasta hace poco, eran de su agrado y solía disfrutar.

Problemas derivados del consumo de alcohol en menores

El consumo de alcohol en menores puede tener una serie de consecuencias negativas para su salud física, mental y emocional, así como para su bienestar general y su futuro:

• Desarrollo cerebral: El cerebro adolescente está en proceso de desarrollo y es especialmente vulnerable a los efectos del alcohol. El consumo de alcohol en menores puede afectar el desarrollo cognitivo y emocional, así como la capacidad de aprendizaje y toma de decisiones.
• Mayor riesgo de adicción: Los jóvenes que empiezan a beber antes de los 15 años tienen hasta 6 veces más posibilidades de desarrollar dependencia del alcohol que los que empiezan después de los 21.
• Problemas de salud física: daño hepático, trastornos gastrointestinales, problemas hepáticos, problemas cardíacos, trastornos del sueño y un mayor riesgo de lesiones accidentales.
• Riesgo de comportamientos peligrosos, como conducir bajo la influencia del alcohol, participar en actividades sexuales de riesgo, experimentar con otras drogas o participar en comportamientos violentos.
• Problemas emocionales y mentales: depresión, ansiedad, trastornos del estado de ánimo y baja autoestima.
• Problemas escolares y sociales: El consumo de alcohol en menores puede interferir con el rendimiento académico y la participación en actividades escolares, así como causar problemas en las relaciones con amigos, familiares y otros miembros de la comunidad.

Claves para superar la adicción al alcohol

El primer paso para superar esta adicción es reconocer que se tiene un problema con el alcohol y aceptar la necesidad de cambio. Este reconocimiento es fundamental para iniciar el proceso de recuperación.

También resulta imprescindible buscar ayuda profesional de terapeutas o especialistas en adicciones. En la Clínica López Ibor entendemos que superar la adicción al alcohol es un desafío que requiere un enfoque integral y personalizado. Por eso ofrecemos tratamientos individualizados que incluyen la desintoxicación, deshabituación y rehabilitación, además de realizar un seguimiento y apoyo constante para ayudar a que nuestros pacientes puedan superar la adicción al alcohol, siguiendo los siguientes pasos:

1. Evaluación y diagnóstico preciso. Nuestro primer paso es realizar una evaluación exhaustiva del paciente para comprender la naturaleza y la gravedad de su adicción al alcohol. Basándonos en este diagnóstico, diseñaremos un plan de tratamiento personalizado que se adapte a sus tiempos y necesidades específicas.
2. Terapia individualizada. Nuestros terapeutas especializados en adicciones trabajan con cada paciente en sesiones individuales para explorar los factores subyacentes que contribuyen a su adicción al alcohol. A través de técnicas terapéuticas probadas, como la terapia cognitivo-conductual y la terapia motivacional, ayudaremos a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento destructivos. Hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, las adicciones suelen presentarse asociadas a alguna otra patología mental, lo que se denomina Patología Dual, es decir, la coexistencia o comorbilidad de dos situaciones clínicas: la presencia de un trastorno mental y, a su vez, el uso patológico de sustancias tóxicas. En estos casos, en la Clínica López Ibor abordamos tanto los problemas de salud mental como el abuso de sustancias de manera simultánea y coordinada.
3. Apoyo médico y farmacológico. En algunos casos, puede ser necesario el apoyo médico y farmacológico para ayudarte a manejar los síntomas de abstinencia y reducir los deseos intensos de consumir alcohol. Nuestro equipo médico proporciona una atención personalizada y supervisa de cerca el progreso del paciente durante todo el proceso de tratamiento.
4. Terapia de grupo y apoyo mutuo. La conexión con otras personas que están atravesando la misma situación es una fuente importante de apoyo y motivación. Es por eso que en la Clínica López Ibor ofrecemos sesiones de terapia de grupo donde los pacientes pueden compartir experiencias, recibir retroalimentación constructiva y sentirte parte de un grupo de personas que comparten similares desafíos y objetivos.
5. Desarrollo de habilidades de afrontamiento. Para superar la adicción al alcohol es fundamental aprender estrategias saludables que permitan al paciente manejar el estrés, lidiar con las situaciones y factores desencadenantes del consumo de alcohol, y resolver conflictos. Nuestros terapeutas se encargan de mostrar estas habilidades prácticas que los pacientes pueden aplicar en su vida diaria para enfrentarse a los diferentes desafíos de manera efectiva.
6. Planificación para el futuro. La recuperación no se trata solo de dejar de consumir alcohol, sino también de construir una vida satisfactoria. Por eso, en la Clínica López Ibor ayudamos a nuestros pacientes a establecer metas realistas y desarrollar un plan para alcanzarlas, ya sea en su carrera, educación, relaciones interpersonales o actividades de ocio. Además, podemos seguir cuidando y valorando la evolución de cada uno de nuestros pacientes mediante grupos de mantenimiento semanal que realizamos en la clínica en régimen ambulatorio.

Si estás preocupado ante el consumo de alcohol de un familiar o eres tú mismo quien necesita ayuda profesional para vencer esta adicción, no dudes en contactar con nosotros a través de nuestro formulario o de nuestro teléfono 913 162 740, y te informaremos con más detalle sobre nuestro tratamiento de adicciones, así como de los efectos del alcohol en menores y adultos.

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