La relación que mantenemos con la comida a menudo es mucho más que el simple hecho de satisfacer una necesidad fisiológica. Para algunas personas, los atracones de comida se convierten en una herramienta para afrontar determinadas emociones desagradables, como la falta de autoestima, la ansiedad, problemas en las relaciones interpersonales, estrés, etc.
Lo cierto es que los alimentos tienen la capacidad de mejorar nuestro estado de ánimo y reducir la ansiedad. Por eso no es de extrañar que muchas personas, tras una jornada complicada, recurran a comer un helado gigante, un trozo de chocolate o una bolsa de patatas fritas. Este “subidón” de azúcar y grasas estimula la producción de serotonina, que es la hormona de la felicidad, y nos hace sentir mejor. Pero cuando nuestros niveles de glucosa caen en picado y volvemos a sentir hambre, esa sensación placentera desaparece dejando paso a la frustración, la ansiedad o la depresión. De nuevo, la persona siente la necesidad de volver a comer para sentirse mejor, cayendo así en un círculo vicioso parecido al de la adicción.
Cuando la persona busca de forma habitual este tipo de recompensa y realiza atracones de comida por ansiedad y sin control, entonces hablamos de un trastorno de la conducta alimentaria que se relaciona con importantes consecuencias físicas, como la obesidad.
Tabla de contenidos
¿Qué se considera un atracón de comida?
El trastorno por atracón de comida se caracteriza por episodios de ingesta compulsiva de alimentos en grandes cantidades, sin control y de forma recurrente. La persona llega a ingerir muchísimas más calorías de las necesarias para saciar su apetito, ya que no responde a la sensación de hambre, sino a su malestar e inestabilidad emocional.
Por eso la persona come de día, de noche, en secreto, dulce, salado, … no es capaz de parar hasta que se siente mal físicamente (indigestión, náuseas). Es entonces cuando se da cuenta de lo que ha ocurrido y llega la culpa y la vergüenza.
A diferencia de la bulimia, que es otro trastorno de la conducta alimentaria, cuando hablamos de trastorno por atracón, tras una sobre ingesta no necesariamente aparecen conductas compensatorias como vómitos.
Principales causas de los atracones de comida
Al igual que sucede en otros trastornos de la conducta alimentaria, las causas de los atracones de comida son multifactoriales:
Factores biológicos
Algunos estudios sugieren que determinados desequilibrios en los neurotransmisores cerebrales, como la serotonina, pueden contribuir al desarrollo del trastorno por atracón. Por lo tanto, se puede afirmar que existe evidencia científica de que la genética puede desempeñar un papel en la predisposición a los atracones de comida.
Factores emocionales y psicológicos
Otras posibles causas de los atracones de comida son psicológicas. Los problemas para afrontar situaciones estresantes, la ansiedad, la depresión, las dificultades en las relaciones sociales, la falta de autoestima, etc. pueden hacer que la persona recurra a la comida como una forma de aliviar estos sentimientos.
La presión social para alcanzar ciertos ideales corporales y de belleza puede contribuir al desarrollo del trastorno por atracón. También, si la persona ha realizado muchas dietas o una restricción severa de alimentos, a veces pueden dar lugar a atracones de comida quedando la persona atrapada en un ciclo constante de dietas estrictas y episodios de atracones.
Teoría de la restricción de la Ingesta de Stice y cols. (2015)
Existe evidencia científica que demuestra que aquellas personas que hacen dieta restrictiva de forma estricta y controlan su alimentación basándose en indicadores cognitivos en lugar de regular la alimentación de forma fisiológica en base a las sensaciones de hambre y saciedad, tiene mayor riesgo de realizar sobre ingestas.
Esto es porque realizar dieta restrictiva de forma exigente y rígida, es incompatible con la necesidad fisiológica de alimentación y nutrición. Por tanto, en algunos momentos, tras una restricción de la ingesta excesiva, puede darse un sobre ingesta de forma compulsiva para calmar dicha necesidad fisiológica. Además, cuando se rompe la norma rígida de no comer, previamente establecida, las personas restrictivas suelen sentir insatisfacción o sensación de fracaso por no haber conseguido el propósito de restringir la ingesta. Esta insatisfacción, también lleva al atracón como medio de regulación emocional.
Si no se trata, ¿qué consecuencias pueden desencadenar?
El trastorno por atracón puede tener diversas consecuencias negativas, tanto a nivel físico como psicológico:
Obesidad y otros problemas de salud física
Puesto que los atracones de comida implican la ingesta de grandes cantidades de alimentos, y generalmente se trata de comida basura, es muy común que la persona aumente de peso y, con el tiempo, llegue a la obesidad.
A su vez, la obesidad lleva asociados otros trastornos metabólicos como la diabetes tipo 2 o la hipertensión, que contribuyen a la aparición de enfermedades cardiovasculares.
También es frecuente que la ingesta excesiva de alimentos puede causar molestias gastrointestinales, como hinchazón, dolor abdominal y malestar.
Problemas emocionales
Los atracones de comida no solo tienen consecuencias en el plano físico, sino que también impacta profundamente en el ámbito psicológico. De hecho, las personas que realizan atracones de comida, a menudo experimentan fuertes sentimientos de culpa y vergüenza después de comer.
A todo esto, se une la sensación de falta de control que también les pasa factura, lo que puede afectar negativamente a su autoestima, y provocar síntomas de depresión y ansiedad, e incluso ideas suicidas o comportamientos autolesivos.
Es muy habitual que la persona que realiza atracones de comida sienta vergüenza por su imagen corporal y por sus hábitos alimenticios, por lo que es posible que prefiera retirarse y aislarse socialmente para evitar el juicio de los demás.
Es tal el impacto en la calidad de vida que la persona puede ver reducida su capacidad para llevar a cabo actividades diarias, trabajar y disfrutar de la vida cotidiana.
¿Es posible evitar los atracones de comida?
Evitar los atracones de comida supone un gran desafío, pero hay estrategias y hábitos que pueden ayudarte a reducir las probabilidades de que ocurran:
Comprende por qué realizas atracones de comida
Antes que nada, debes entender cómo es tu relación con la comida y qué problemas emocionales pueden estar afectándote a la hora de recurrir a la ingesta compulsiva.
Establecer horarios regulares de comida
Trata de mantener horarios regulares para tus comidas y meriendas. Evita los períodos prolongados sin comer para así prevenir la sensación extrema de hambre y satisface las necesidades fisiológicas.
Come de forma consciente
Presta atención a lo que comes y disfruta de cada bocado. Comer conscientemente implica saborear la comida, reconocer las señales de saciedad (que tardan unos 20 minutos en aparecer) y estar presente durante las comidas en lugar de comer de manera automática y a escondidas.
Compra alimentos saludables
Evita tener en casa esa comida tentadora que tanto engorda. Haz una lista de la compra con alimentos saludables y cíñete a ella. Incluye frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros. Una dieta equilibrada te ayudará a satisfacer tus necesidades nutricionales, saciarte durante más tiempo y mantener tus niveles de energía estables.
Evita las dietas extremas
Evita las dietas muy restrictivas, ya que pueden aumentar la probabilidad de atracones. Tampoco conviene que tengas marcados ciertos “alimentos prohibidos”, ya que esto puede hacer que sientas más ansiedad por comerlos. En lugar de eso, opta por patrones alimenticios equilibrados y recuerda que puedes comer de todo, pero en su justa medida.
Aprende a manejar el estrés
El estrés es un desencadenante común de los atracones de comida. Trata de manejarlo con otras actividades que no sea la comida. Practicar la meditación, el yoga, la respiración profunda, actividades relajantes y también el ejercicio pueden resultar útiles.
Busca apoyo emocional
Trata de hablar con tus amigos o familiares sobre tus emociones y preocupaciones. A veces, compartir los sentimientos puede ayudarte a evitar recurrir a la comida como una forma de afrontamiento.
Y si ves que no eres capaz de evitar los atracones de comida, recuerda que no tienes por qué enfrentarte a este problema tú solo. Puedes recurrir a un psicólogo especializado en trastornos alimentarios que podrá proporcionarte una orientación personalizada, así como una serie de estrategias específicas para que puedas abandonar este hábito.
En la Clínica López Ibor somos especialistas en el tratamiento de los diferentes trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia, la bulimia, los atracones de comida y otros trastornos alimentarios no especificados. Nuestra clínica de Madrid cuenta con un equipo de más de 100 profesionales expertos en salud mental, así como modernas instalaciones dotadas con las últimas tecnologías.
Si necesitas ayuda para superar los atracones de comida o quieres saber cómo ayudar a una persona con TCA, no dudes en contactar con la Clínica López Ibor a través de nuestro formulario o de nuestro teléfono 913 162 740.
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